Una de las
interrogantes humanas más misteriosas, que anula toda expectativa es ¿Quién
soy?
 |
El Otro / Plumilla-acrilico 27cm. X 37 cm.
El arte entre otras
cosas es un reflejo de nuestro ser, posiblemente el reflejo más real que
el que nos ofrece un espejo, hace tangibles las ideas, inquietudes,
experiencias, temores que nos construyen como individuos; nos permite
adentrarnos en nuestra propia identidad y desde allí proyectar lo que somos.
Por medio del arte lo objetivo pierde piso universal cuando DESMENUZA ESE SER
SUBJETIVO QUE VA MÁS ALLÁ DE UN REFLEJO.
Observar un espejo, detenernos a contemplar nuestro reflejo, nos da la
posibilidad de crear otra realidad, una visión imperfecta de nuestra apariencia
física a la cual aceptamos sin ningún reparo, somos y no somos nosotros
los que estamos ahí en ese espacio delimitado por un borde.
El espejo nos da
la posibilidad de crear un ser que de alguna forma no somos nosotros, es otro.
En la imagen invertida que miramos reconocemos a ese otro le incorporamos
virtudes o defectos, proyectamos en él, sueños o frustraciones, allí se revela
parte de aquella identidad propia que no divisamos, pero sabemos que existe y
está agregada consciente o inconscientemente a nosotros, de esta forma se
convierte en una imagen más real de nuestro propio ser.
|