domingo, 10 de noviembre de 2019

Status Quo
Acrílico sobre madera, 61,5x41,5 cm.
Los procesos artísticos han estado ligados constantemente al cuestionamiento de la realidad que el artista afronta ya sea interior o exterior.
Los fenómenos sociales contemporáneos nos sitúan en una “realidad” creada, mundos simultáneos en los que se nos asignan roles que cumplir dentro de una trama que no alcanzamos a dimensionar, ocupamos personalidades que no son nuestra identidad, la necesidad de ser aceptados o admirados son motores que nos conducen a sumergirnos a ese mundo paralelo que cautiva al ser humano y que lo convierte en una pieza más dentro de esta maquinaria que lo banaliza todo.
Los medios masivos de comunicación, las redes sociales, las instituciones del estado son herramientas del sistema capitalista, encargadas de crear esta pseudo realidad donde el ser humano pierde su conciencia de clase, se deshumaniza, sus aspiraciones no van más allá del hedonismo promoviendo “héroes” cuyas acciones deforman las definiciones del bien y el mal, los límites de la violencia, los problemas de la justicia más allá de la ley y el sentido mismo de humanidad. Modelos de ser humano “ideal”, de éxito son promocionados e idolatrados por las grandes masas y son instrumentos perfectos para promover una sociedad sin reflexión ni solidaridad. Estas inquietudes son, abordadas en esta obra desde dos puntos de vista, el del realismo y de la sátira como elemento generador de nuevas reflexiones sobre la cultura, la
historia y la cotidianidad contemporánea.